Zanahorias y las alergias

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Las zanahorias cocidas pueden provocar, en determinadas personas, reacciones alérgicas, según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bayreuth (Alemania) y que ha sido publicado en la revista ‘Molecular Nutrition & Food Research’.

El alérgeno natural de la zanahoria Dau c 1 es, en realidad, una mezcla de varias proteínas estructuralmente muy similares, llamadas isoalergenos. Tanto la mezcla de proteínas como los isoalergenos por sí solos fueron analizados por los invesigadores con el objetivo de comprobar cómo cambiaban sus estructuras cuando se calentaban o enfriaban.

Así, los expertos observaron que tanto la mezcla natural y como casi todos los isoalergenos todavía son capaces de causar alergias después de enfriarse a 25 grados centígrados. Por tanto, a pesar del calentamiento previo, los anticuerpos presentes en el organismo de los pacientes alérgicos seguirán desencadenando reacciones alérgicas.

Zanahorias y alergias combinación peligrosa

Las pruebas mostraron claramente que la estabilidad estructural del alérgeno de zanahoria no depende solo de la temperatura, sino que la acidez, expresada por el valor del pH, también es importante. De particular interés es el valor de pH 3, que típicamente prevalece en el estómago después de la ingestión de alimentos.

“Esta es la primera vez que los isoalérgenos Dau c 1 han sido sometidos a una serie tan extensa de pruebas. El examen por separado de las moléculas estructuralmente similares fue particularmente importante para nosotros con el fin de determinar cuál de los isoalergenos desencadena reacciones inmunes en las pruebas condiciones”, han zanjado los investigadores.

Prevención de la alergia alimentaria

Lee bien las etiquetas y está pendiente de la contaminación cruzada.
Aprende cuanto puedas sobre los productos alimenticios. Algunas de las cosas que contienen alérgenos te podrían sorprender.
Apréndete los distintos nombres que puede recibir el alimento al que eres alérgico, ya que todos ellos pueden aparecer en las etiquetas alimentarias.
Si no estás seguro de qué ingredientes contiene un alimento que no te has preparado tú, evítalo.
Informa a todo el mundo que manipule o te sirva comida, desde tus parientes hasta los camareros, sobre tu alergia alimentaria.
Cuando pienses comer fuera de casa, lleva encima una “tarjeta para el chef” personalizada.
Es mejor que evites ciertos tipos de restaurantes.
Cuando comas en un restaurante, evita los fritos. En muchos lugares se cocinan alimentos diferentes utilizando el mismo aceite.
No comas en buffets libres. Pueden implicar riesgos importantes, ya que la gente puede utilizar las cucharas y otros cubiertos para servir alimentos diferentes.
Ten cuidado en las panaderías, las heladerías y las tiendas de golosinas. El riesgo de contaminación cruzada por compartir equipos técnicos o utensilios para servir es elevado.
Prepara el almuerzo, la comida y los tentempiés que te lleves a tu centro de estudios donde puedas controlar bien todo el proceso.
Asegúrate de que tu centro de estudios sabe que padeces una alergia alimentaria y de que dispone de tu plan de acción contra la alergia.