Vacunas de ARN frente a la COVID-19

 Vacunas de ARN frente a la COVID-19

Foto: Pixabay

Las vacunas de ARN mensajero no se inocula ningún patógeno ni fragmentos del mismo. En su lugar, los científicos crean un ARN mensajero sintético en el laboratorio, el cual contiene una copia de parte del código genético viral. Este ARN mensajero se introducirá en nuestras células y permitirá a la maquinaria celular poder fabricar la proteína viral directamente, la cual se presentará en la membrana celular y estimulará al sistema inmune.

De todas las candidatas a vacuna para prevenir la COVID-19, las desarrolladas por Pfizer/BioNTech y Moderna son las que (de momento) están ganando la carrera. Lo que caracteriza a ambas vacunas es que son vacunas de ARN mensajero. Esta técnica no es nueva para los científicos, pero sí es la primera vez que se usa en humanos a gran escala.

Las vacunas tradicionales consisten en inocular a la persona con un patógeno atenuado (capaz de infectar y multiplicarse, pero no de producir la enfermedad), un patógeno inactivado (que no puede infectar) o proteínas del virus para estimular al sistema inmune. El objetivo es el mismo: desarrollar una respuesta inmunitaria que proteja frente a futuras infecciones.

Vacunas de ARN
Foto: Pixabay

 

Datos sobre las vacunas de ARN

  1. La infección natural hace lo mismo

Lo primero que hay que tener en mente es que cada vez que el virus infecta de forma natural una célula se producen millones de ARN mensajeros. Sin embargo, esto no supone ningún riesgo para nuestro ADN.

  1. El ARN mensajero desaparece muy fácilmente

La molécula de ARN es muy frágil –tanto, que estas vacunas tienen que conservarse a temperaturas bajísimas– y el tiempo que permanece en las células es muy corto (horas). Por lo tanto, este ARN no se va a quedar dentro de la célula tiempo suficiente como para poder hacer algo más que producir la proteína del virus y desaparecer.

  1. El ARN no llega a encontrarse nunca con el ADN

Imaginemos que por arte de magia este ARN mensajero puede permanecer dentro de las células un tiempo indeterminado. El siguiente paso para poder alterar nuestro ADN sería poder interactuar con él y esto no ocurre. ¿Por qué? Pues simplemente porque hay una separación física entre ellos: el ADN se encuentra en el núcleo de la célula y el ARN estaría en el citoplasma.

En resumen, no hay ninguna evidencia científica en base a lo que conocemos sobre biología molecular que indique que el ARN mensajero usado en las vacunas frente a la COVID-19 pueda tener la capacidad de alterar nuestro genoma. El problema viene cuando se usa y comparte información incompleta o simplemente no cierta.

 

 

¿Cómo protegerse del Covid-19?

  • Lávese las manos con frecuencia.
  • Usar desinfectante de manos a base de alcohol.
  • Manténgase a una distancia segura de cualquier persona que tosa o estornude.
  • No se toque los ojos, la nariz o la boca.
  • Cuando tosa o estornude, cúbrase la nariz y la boca con el codo flexionado o con un pañuelo.
  • Quédese en casa si se siente mal.
  • Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, solicite atención médica. Llame con antelación.
  • Siga las instrucciones de su organismo sanitario local.
  • Uso de cubrebocas
  • Procura salir de casa solo a lo necesario
  • Cuidar con mayor atención a menores de edad y adultos mayores

 

Descubre más  en el siguiente video:

 

Fuente: ambientum.com

Video: YouTube El Confidencial

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