Televisión y alimentación chatarra

 Televisión y alimentación chatarra

Foto: Pixabay

La televisión se ha convertido en una plataforma para la publicidad a gran escala, pero este uso está repercutiendo en la alimentación de las personas debido a la escasa legislación sobre la publicidad de alimentos.

Es increíble cómo los legisladores y gobernantes miran hacia otro lado cuando se habla de publicidad (incluso en medios públicos) y se comprueban los efectos negativos que la publicidad tiene sobre la población, especialmente sobre los más vulnerables: los niños/as. Los informes son concluyentes.

Por ejemplo, “The Lancet” ha publicado recientemente un texto en el que advertía que “ningún país del mundo está protegiendo la salud de los niños ni su futuro”. El informe en cuestión lleva por título: «A Future for the World’s Children?». Ha sido elaborado por una comisión convocada por la propia publicación científica, la OMS y Unicef.

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La televisión es tóxica y promueve una alimentación atrofiada

El informe corrobora que los niños de algunos países ven hasta 30.000 anuncios televisivos en un año. ¿Se puede una mente infantil sustraer a ello? Pero es sólo un ejemplo. Hay muchos más. ¿Quién está haciendo algo para impedirlo? Nadie… Esos anuncios publicitan alimentos carentes de nutrientes, contaminados con productos químicos, que incluyen disruptores hormonales… Contienen grasas saturadas, azúcares industriales, todo tipo de conservantes, edulcorantes, colorantes…

Los datos son escalofriantes. En Europa, el número de niños y adolescentes obesos se ha multiplicado por once desde 1975 hasta 2016, según la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Hemos pasado de 11 a 124 millones. Según el último informe de la OCDE «The heavy burden of obesity», España no se salva.

De todo esto de lo que hablamos es una de las conclusiones de un estudio liderado por Mireia Montaña, profesora e investigadora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, en el que se investiga la relación entre los valores nutricionales de los refrescos y las bebidas azucaradas y las estrategias publicitarias usadas para captar consumidores.

Según este trabajo, en el que también ha participado la investigadora de la UPF  Mònika Jiménez-Morales, “la publicidad es uno de los factores que favorece en gran medida el entorno obesogénico: los niños españoles están expuestos a un promedio de 9.000 campañas publicitarias de televisión por año, y muchos de estos anuncios tienen como protagonistas productos de poco o ningún valor nutricional.

Además, ha habido un aumento anual en el gasto en publicidad de refrescos y bebidas azucaradas en los últimos años, incrementándose de casi 32 millones de euros en 2013 a más de 53 millones de euros en 2018”.

 

Conoce más sobre alimentación sana en el siguiente video:

 

 

 

Fuente: Eco Noticias

Video: YouTube  Hospital La Fe .Valencia

 

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Obesidad y medio ambiente

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