El agua a temperaturas muy bajas muestra un comportamiento muy extraño. Para empezar, y contra toda lógica, al enfriarse el agua se expande en vez de contraerse (por eso el hielo flota). El agua fría, además, resulta más difícil de comprimir que la más caliente. Y para colmo, al congelarse, sus moléculas se pueden organizar […]Leer más