¿Qué son los combustibles fósiles?

 ¿Qué son los combustibles fósiles?

Foto: Freepik

Combustibles fósiles actualmente

Los combustibles fósiles son una fuente de energía que proviene de descompuestos de animales y plantas. Se trata de un recurso natural que tarda millones de años en regenerarse.

Precisamente, debido a que no se regeneran con facilidad los combustibles fósiles se consideran una fuente de energía no renovable.

Actualmente, suponen la fuente de energía más utilizada en el mundo. La principal utilidad es para generar electricidad, pero también se utilizan para generar energía mecánica; por ejemplo:
(automóviles, motores térmicos, etc.)

¿Qué son los combustibles fósiles?

Son una serie de sustancias y gases formados a partir de restos descompuestos de animales y plantas. Estas sustancias se generan en ciertas capas del suelo durante el transcurso de millones de años.

Precisamente, debido al tiempo necesario para generarse se considera que es un tipo de energía no renovable.

Como el petróleo, el carbón y el gas natural, son aquellos que provienen de la descomposición natural de la materia orgánica (plantas, microorganismos, bacterias y algas), luego de un proceso de transformación que puede durar más de 600 millones de años.

Se los denomina energías no renovables porque son recursos naturales limitados porque para formarse requieren de un extenso período de tiempo y de condiciones específicas. No existe otra manera de generarlos. A pesar de esto, son la principal fuente de energía en todo el mundo por su alto poder calorífico en comparación con otras fuentes como la energía eólica o la energía solar.

Ejemplos de combustibles fósiles:

 

  • Carbón.
    Es una roca sedimentaria de color negro oscuro, rico en carbono y otros elementos químicos como hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno. La extracción de este mineral puede realizarse de dos maneras: a través de la minería a cielo abierto (cuando el carbón se encuentra a menos de 60 metros de profundidad) o a través de la minería subterránea.

 

  • Petróleo.
    Es un líquido oleoso compuesto de carbono e hidrógeno (conjunción denominada «hidrocarburo») que se extrae desde un pozo, entre los 600 y los 5000 metros de profundidad. Para obtenerlo se instalan torres de perforación que pueden ubicarse sobre la superficie terrestre o en plataformas en el mar. A partir del petróleo se puede producir plástico, tintas de impresión, caucho para la fabricación de neumáticos, gasolina, entre los principales de una larga lista.

 

  • Gas natural.
     Es una mezcla de hidrocarburos en estado gaseoso, en su mayoría metano y en menor cantidad, nitrógeno, dióxido de carbono, butano, entre otros. Se extrae con torres de perforación y, mediante tuberías diseñadas para transportar gases a gran escala, es dirigido a las centrales para su posterior transporte vía marítima. El gas natural no tiene olor y es incoloro, es decir, no podemos percibirlo con los sentidos. Por eso, se le adiciona un producto con olor, para detectarlo en casos de fuga.
  • Gas licuado de petróleo.
    Está compuesto principalmente por butano y propano, gases que se comprimen hasta convertirse en líquidos, y se obtiene como subproducto del proceso de refinación del petróleo o del gas natural. Se lo utiliza principalmente como combustible alternativo para automóviles que funcionan a gasolina. Éstos se adaptan para que funcionen tanto con gasolina como con gas licuado de petróleo. A pesar de generar una potencia menor que la gasolina, sus ventajas diferenciales son el precio económico y la menor emisión de dióxido de carbono.

Fuente(s):
LosFociles
LenTech

 

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