Mariposas monarca en riesgo por producción de aguacate
Foto: archivo
Cada año, millones de mariposas monarca realizan un largo viaje de hasta 4,200km desde NorteAmérica para pasar el invierno en México, específicamente en la Reserva de la biosfera de la mariposa monarca.
La Reserva es un área protegida de 56,259 hectáreas, situada en los límites de Michoacán y el Estado de México, cubierta por bosques de oyamel, pino, pino-encino y cedro.
Pero colina abajo, hay una nueva amenaza que acecha su hábitat invernal: el cultivo desmedido de aguacate, que algunos campesinos producen para cubrir el consumo del fruto en los Estados Unidos, y que ninguna autoridad está regulando, mucho menos frenando.
“Es terrible lo que está haciendo la gente para cultivar aguacates” dice Arturo Espinosa Maceda, agricultor. “Pero es un gran negocio“.
¿Cómo afecta la producción de aguacate al hábitat de las mariposas monarca?
La respuesta rápida es: deforestación de los bosques.
Debido a la alta demanda de aguacate, entre 1974 y 2011 cerca de 44,500 hectáreas de bosques en las zonas montañosas del centro de Michoacán se convirtieron en huertos de aguacates, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Posteriormente, Jaime Navía, presidente de GIRA (una organización que promueve el desarrollo rural sustentable), calculó que desde que se realizó ese estudio, unas 26,300 hectáreas se han convertido en terrenos para cultivar aguacate.
Así pues, hablamos de la desaparición de 70.800 hectáreas de bosques, para ser sustituidos por plantíos de aguacate.
Detener la deforestación de los bosques es “fundamental para la supervivencia de la migración” indica Omar Vidal, director general de World Wildlife Fund (WWF) en México.
La razón es que los árboles de las orillas de la reserva -es decir: de los terrenos que corren cada vez más riesgo de ser talados-, cumplen un papel fundamental: los árboles enfrían el aire cuando sube desde los cálidos valles occidentales a los bosques de oyamel. Si aumentara la temperatura en el corazón de la reserva, los oyameles podrían sufrir y afectar en consecuencia a las mariposas.
Otra consecuencia negativa: la falta de agua
El suministro de agua llega de manantiales que provienen de las colinas al este del pueblo. Los pinos y robles ayudan a filtrar el agua por la tierra hacia el manantial, en cambio, los árboles de aguacates tienen raíces poco profundas y consumen mucha de esa agua.
Si la gente sigue talando el bosque, los habitantes de la zona se quedarán sin agua; y no solo ellos: las colinas al noreste del pueblo recolectan agua para el enorme Sistema Cutzamala, el cual provee el agua que consume la Ciudad de México.
“A todos nos afecta” señala David Romero Hernández, agricultor. “Pero la gente no piensa en el futuro“.
Fuentes:
UNESCO, World Heritage List, Monarch Butterfly Biosphere Reserve
