La relación entre el cambio climático y el COVID-19

 La relación entre el cambio climático y el COVID-19

Imagen: archivo

Existe una relación entre el cambio climático y el COVID-19, y de hecho la mayoría de las enfermedades zoonóticas.

Esto debería ponernos en alerta, pues el 60% de todas las enfermedades infecciosas en los humanos y el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes son zoonóticas, tal como el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).

Virus como el ébola, la gripe aviar y el Zika, fueron transmitidos de animales a humanos, y el SARS, el MERS, el Nipah y la rabia en particular, fueron transmitidos a través de un animal intermediario (como el ganado, animales domésticos, etc.) a los humanos, por murciélagos.

No se ha confirmado que, en el caso del SARS-CoV-2 el murciélago sea el transmisor del virus. Sin embargo, en la búsqueda por encontrar la fuente, investigadores descubrieron que el nuevo coronavirus es 96% idéntico a un tipo de coronavirus que afecta al murciélago rinolófido.

¿Y de qué nos sirve saber de dónde viene?

La importancia de conocer de dónde proviene el virus está en dirigir la atención al verdadero problema. Porque el brote del nuevo coronavirus es sólo la consecuencia del impacto de la actividad humana en los ecosistemas.

Y esa es la relación entre el cambio climático y el COVID-19.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los seres humanos estamos cada vez más expuestos a contraer enfermedades zoonóticas, y las posibles causas son las siguientes:

La cada vez más constante interacción de los humanos con la vida silvestre nos expone al riesgo de propagación de patógenos potenciales

En el caso del COVID-19, el hecho de que el posible lugar de contagio haya sido un mercado pone sobre la mesa el tema del comercio ilegal de vida silvestre.

Además, en general para muchas zoonosis, el ganado sirve como puente epidemiológico entre la vida silvestre y las infecciones humanas.

Los impulsores de la aparición de enfermedades zoonóticas son los cambios ambientales, usualmente resultado de las actividades humanas

La deforestación, la agricultura y ganadería intensivas, el comercio ilegal de la vida silvestre, etc. provocan alteraciones en el uso de suelo, en el clima, en animales o huéspedes humanos y en los patógenos, que siempre evolucionan para explotar nuevos huéspedes.

Por ejemplo, los virus asociados con los murciélagos surgieron debido a la pérdida de sus hábitats a causa de la deforestación y la expansión agrícola.

La importancia de proteger la integridad de los ecosistemas

La integridad de los ecosistemas sustenta la salud y el desarrollo humanos. Además, puede ayudar a regular las enfermedades al promover la diversidad de especies, para que sea más difícil que un patógeno se extienda, amplifique o domine.

Sin embargo, los seres humanos nos hemos dedicado a hacer lo contrario, modificando la estructura de la población de vida silvestre y reduciendo la biodiversidad, lo que resulta en nuevas condiciones ambientales que favorecen a los patógenos.

 

Es imposible predecir de dónde vendrá el próximo brote o cuando será. Sin embargo, la evidencia sugiere que los brotes y las enfermedades epidémicas pueden volverse más frecuentes a medida que el cambio climático continúe.

 

Fuente:

ONU Programa para el Medio Ambiente

Gabriela Nava

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