Frutas y verduras feas ¿a la basura?

 Frutas y verduras feas ¿a la basura?

Foto: archivo

En su búsqueda por lo hermoso y lo estético, el ser humano ha discriminado a frutas y verduras feas a pesar de ser productos frescos y comestibles. 

Con los niveles de hambruna que enfrentamos en la actualidad, y en un planeta afectado por eventos meteorológicos extremos y cambio climático, aprovechar las frutas y verduras feas no es sólo cuestión de ética, sino de recursos.

Pero ¿de qué estamos hablando, con esto de “frutas y verduras feas”?

Para algunos es increíble creer que no todas las manzanas son perfectamente redondas y brillantes, o que no todas las zanahorias son exactamente como las que come Bugs Bunny… 

frutas y verduras feas
Foto: Facebook @UglyFruitAndVeg

Pero resulta que, en un mundo no tan alterno, existen frutas y verduras feas que son tan ricas y comestibles como las que nacieron “bonitas”.

De acuerdo con endfoodwaste.org, las frutas y verduras feas son productos perfectamente frescos, nutritivos y deliciosos, que se ven un poco diferentes a esos “perfectos” que encontrarás en la mayoría de los supermercados. 

¿Por qué comprarlas “feas”?

Primero que nada, tomemos en cuenta que más de 820 millones de personas pasan hambre a diario. Mientras tanto, se está descartando hasta el 45% de frutas y verduras por no ser “perfectas”.

En su camino desde la granja al consumidor, frutas y verduras son rechazadas por su aspecto. 

frutas y verduras feas
Foto: Facebook @UglyFruitAndVeg

Y aunque los supermercados son los primeros en rechazarlas a través de estrictos controles de calidad y estética, los consumidores tenemos gran responsabilidad en este tema.

Algo que podemos hacer como consumidores responsables es comprar frutas y verduras en los mercados o directamente en las granjas, para eludir esas rigurosas normas de estética que tienen los grandes almacenes. 

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Por otro lado, hay que saber que no estamos hablando solamente del desperdicio de alimentos, sino también de los recursos utilizados para producirlos: agua, semillas, tierra, el trabajo de agricultores, el combustible utilizado para transportar los alimentos, etc. 

Todos estos recursos se pierden cuando se pierde el fruto de estos trabajos. 

¡Elígelas!

Elige productos de “mal” aspecto, almacénalos de forma adecuada y come lo que ya tienes en el refrigerador antes de comprar más. 

Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para crear un mundo con menos desperdicio de alimentos y con más consumidores responsables. 

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Fuente:

FAO

Gabriela Nava

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