Exceso de fructosa y sus peligros

 Exceso de fructosa y sus peligros

Foto: Pixabay

La fructosa, un edulcorante omnipresente en la dieta americana, puede dar lugar a la enfermedad de hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés).

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) han evidenciado que la fructosa solo afecta negativamente al hígado después de que llega a los intestinos, donde el azúcar interrumpe la barrera epitelial que protege a los órganos internos de las toxinas bacterianas en el intestino.

Desarrollando tratamientos que prevengan la ruptura de la barrera intestinal, se podría proteger el hígado de NAFLD, según concluyen los autores de esta investigación en un artículo publicado este lunes en la revista científica ‘Nature Metabolism’.

fructosa hígado graso
Foto: Pixabay

 

El exceso de fructosa puede acabar provocando la enfermedad de hígado graso

NAFLD es la causa más común de enfermedad hepática crónica en el mundo. Puede progresar a condiciones más serias, como la cirrosis, el cáncer de hígado, la insuficiencia hepática y la muerte. “Estos hallazgos apuntan a un enfoque que podría prevenir el daño hepático en primer lugar”, explica el autor principal, Michael Karin.

El consumo de fructosa se ha disparado desde la década de 1970 y la introducción del jarabe de maíz de alta fructosa (HFCS), un sustituto del azúcar más barato que se utiliza ampliamente en alimentos procesados y envasados, desde cereales y productos horneados hasta refrescos. Múltiples estudios en animales y humanos han vinculado el aumento del consumo de HFCS con la epidemia de obesidad de Estados Unidos y con numerosas afecciones inflamatorias, como la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer.

La fructosa se descompone en el tracto digestivo humano por una enzima llamada fructoquinasa, que es producida tanto por el hígado como por el intestino. Usando modelos de ratones, los investigadores encontraron que el metabolismo excesivo de la fructosa en las células intestinales reduce la producción de proteínas que mantienen la barrera intestinal, una capa de células epiteliales fuertemente empaquetadas y cubiertas de moco que evita que las bacterias y los productos microbianos, como las endotoxinas, se filtren fuera de los intestinos y en la sangre.

 

Endotoxinas filtradas que llegaban al hígado

En su estudio, descubrieron que las endotoxinas filtradas que llegaban al hígado provocaban un aumento de la producción de citoquinas inflamatorias y estimulaban la conversión de la fructosa y la glucosa en depósitos de ácidos grasos. “Está muy claro que la fructosa hace su trabajo sucio en el intestino, y si se evita el deterioro de la barrera intestinal, la fructosa hace poco daño al hígado”, reflexiona Karin.

Los científicos observaron que alimentar a los ratones con altas cantidades de fructosa y grasa produce efectos adversos particularmente graves para la salud. “Esa es una condición que imita el percentil 95 de la ingesta relativa de fructosa de los adolescentes estadounidenses, que obtienen hasta el 21,5 por ciento de sus calorías diarias de la fructosa, a menudo en combinación con alimentos con alto contenido calórico como hamburguesas y papas fritas”, apunta Karin.

Curiosamente, el equipo de investigación encontró que cuando la ingesta de fructosa se reducía por debajo de cierto umbral, no se observaban efectos adversos en los ratones, lo que sugiere que sólo el consumo excesivo y a largo plazo de fructosa representa un riesgo para la salud. La ingesta moderada de fructosa a través del consumo normal de frutas es bien tolerada.

 

 

Beneficios de comer verduras:

  1. Te aportan vitaminas y minerales específicos.
  2. Las verduras, junto a las frutas, son los alimentos que más agua proporcionan al cuerpo.
  3. Ayudan a los pequeños de la casa en el crecimiento y desarrollo de su organismo.
  4. Poseen un alto contenido en fibra.
  5. Contienen antioxidantes, los que te protegen frente a ciertas enfermedades cardiovasculares y relacionadas con la degeneración del sistema nervioso.
  6. Su alto contenido en potasio te ayuda a eliminar el exceso de líquidos.
  7. Las verduras, junto con las frutas, son fuente casi exclusiva de vitamina C.
  8. Son alimentos que carecen de grasas, lo que se traduce en menos colesterol y triglicéridos en tu sangre, es decir en más salud cardiovascular.
  9. Mejoramiento de tu energía
  10. Aumento de tu capacidad de concentración

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Fuente: Eco Noticias

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