El Big Data y el espacio

 El Big Data y el espacio

Foto: Pixabay

El Big Data será usado para explorar el universo, aunque parezca imposible millones de datos forman parte de un ambicioso proyecto para conocer lo que hay fuera de la Tierra.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera un equipo europeo financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para coordinar el uso del big data en la investigación biológica sobre la exploración y la colonización del espacio.

El equipo lleva varios años utilizando la herramienta GeneLab de la NASA, que reúne información biológica de ciencias ómicas, las que atañen al genoma completo, como por ejemplo la genómica, proteómica, epigenómica, transcriptómica y metabolómica, con muestras de experimentos espaciales. El uso del big data en las ciencias biológicas del espacio ayudará a desvelar una de las claves para la futura exploración espacial a largas distancias: el efecto que produce el espacio a nivel molecular en los seres vivos.

El trabajo internacional con GeneLab ha dado lugar a un paquete de resultados científicos sobre biología espacial en varios artículos que se publican simultáneamente en revistas del grupo Cell Press (https://www.cell.com/c/the-biology-of-spaceflight), mientras que la contribución europea se describe en la revista Cell Systems.

El Big Data y el espacio
Foto: Pixabay

Exploración espacial

La exploración espacial está viviendo un resurgimiento, desde el lanzamiento en mayo de la cápsula SpaceX Crew Dragon a la Estación Espacial Internacional (ISS) y de la misión Perseverance Rover de la NASA en julio, hasta el proyecto de lanzar en 2022 la misión ExoMars para buscar biomarcadores de antigua vida en Marte.

Este resurgir ha recuperado la necesidad de desarrollar experimentos que aseguren la salud de los astronautas durante vuelos espaciales de larga distancia, por ejemplo, fijándose en la resistencia del sistema inmunitario, la función de las mitocondrias, la pérdida de tejido muscular y óseo, así como en posibles trastornos cardiovasculares, un declive cognitivo o el desarrollo de tumores.

 

 

 

Big Data

Este big data biológico será clave tanto para utilizarlo en el espacio y prevenir problemas de salud en los astronautas, como para usarlo en la Tierra en la investigación médica y biológica de patologías especialmente las relacionadas con el envejecimiento. Por ello, es fundamental definir qué datos se recopilan, cómo se almacenan y se procesan, y en particular cómo se interpretan y se usan.

Con este objetivo, la NASA ha puesto en marcha GeneLab, un recurso de acceso abierto para comparar los experimentos de biología espacial de las últimas dos décadas. GeneLab facilita el almacenamiento, análisis, visualización de los datos de ciencias ómicas procedentes de vuelos espaciales y de los correspondientes experimentos análogos en la Tierra.

GeneLab tiene la misión de facilitar la investigación científica y la exploración espacial mediante los estudios basados en grandes volúmenes de datos multi-ómicos. El sistema de datos de GeneLab (GLDS) incluye experimentos con varios niveles de gravedad, alta radiación, así como el efecto de condiciones ambientales subóptimas (temperatura, humedad, composición del aire) en los distintos organismos.

Composición del Sistema Solar

  • Mercurio. El planeta más cercano al sol y el más pequeño del sistema. No tiene satélites. En comparación a la Tierra, tiene un tamaña de 0,055.
  • Venus. Similar a la Tierra en tamaño, masa y composición, aunque no tiene satélites. Tiene un tamaño de 0,866 Tierras.
  • Tierra. Su único satélite natural es la Luna, pero actualmente tiene multitud de satélites artificiales creados por el ser humano. Es el planeta más denso del sistema.
  • Marte. Su apariencia rojiza se debe al óxido de hierro de su superficie.
  • Júpiter. El de mayor tamaño del sistema, siendo 318 veces mayor que la Tierra.
  • Saturno. El único planeta del sistema que tiene anillos visibles. Los anillos son un conjunto de millones de partículas, que giran alrededor del planeta.
  • Urano. En la antigüedad no se lo consideraba un planeta por la lentitud de su órbita, pero fue catalogado como tal en 1781.
  • Neptuno. Es diecisiete veces mayor que la Tierra. Dado que se encuentra tan lejano a la Tierra, no se lo podía observar, pero se calculó matemáticamente su existencia debido a ciertas irregularidades en las órbitas de Urano, Saturno y Júpiter. Fue observado por primera vez en 1846.

Descubre más en el siguiente video:

 

 

Fuente: ambientum.com

Video: YouTube EDteam

 

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