Earthing: por qué necesitas hacerlo

 Earthing: por qué necesitas hacerlo

Foto: archivo

¿Recuerdas cuándo fue la última vez que caminaste descalzo en la tierra, el césped o la arena? ¿o la última vez que sumergiste tus pies en un lago o en el mar?

Estamos tan desconectados de la naturaleza, que seguramente te ha costado trabajo recordar este simple acto, que muchos podríamos hacer incluso pasando un rato en nuestro propio jardín. La falta de conexión a la Tierra -mejor conocida como Earthing o Grounding– típica del estilo urbano, se traduce en una forma de estrés para nuestro organismo.

Esto sólo demuestra una cosa:

“Sufrimos lo que algunos llaman ‘desorden por déficit de naturaleza’, y esta carencia sólo se cura con vitamina N. N de naturaleza. Necesitamos más árboles y menos asfalto, más césped y menos centros comerciales, más plantas y menos pantallas”

-Marcos Vázquez en su libro ‘Fitness revolucionario. Lecciones ancestrales para una Salud Salvaje’

Para entender el Earthing, de vuelta al aula de química

Recordemos lo aprendido en clase de química: todo cuerpo -incluido el nuestro- está hecho de átomos que se agrupan en moléculas. Una molécula estable contiene átomos con electrones emparejados, pero las moléculas inestables –o radicales libres– tienen un electrón no emparejado o libre.

Estos radicales libres recorren nuestro cuerpo intentado ‘robar’ un electrón de alguna molécula estable, con vistas a recuperar su estabilidad electroquímica. Cuando lo logran, la molécula atacada se convierte a su vez en un radical libre, iniciando así un ciclo destructivo para nuestras células, que acelera el proceso de envejecimiento y que puede generar enfermedades crónicas.

Earthing
Foto: archivo

Hacer conexión a Tierra ayuda a neutralizar esos radicales libres y devuelve al cuerpo su equilibrio energético.

La razón es que la superficie del planeta emite grandes cantidades de electrones, que son absorbidos por nuestro cuerpo cuando entra en contacto directo con la Tierra al tocar arena, pasto, tierra o el agua de lagos, ríos o mares.

Obtén tu vitamina N haciendo conexión a Tierra

Sólo necesitas 30 minutos de tu día para realizar alguna actividad en contacto con la Tierra: camina o realiza ejercicios con los pies descalzos en tu jardín, o simplemente descansa sobre el césped. Lo importante es que tu piel esté en contacto directo con la Tierra.

Foto: archivo

Al hacerlo, pronto verás los beneficios de hacer Earthing:

  • Te sentirás relajado. Al activar el sistema nervioso parasimpático, se reducen síntomas de ansiedad, la frecuencia cardiaca y respiratoria, la tensión arterial y la secreción de las hormonas estresantes adrenalina y cortisol
  • Tus células se desinflamarán. Al absorber los electrones de la Tierra, reduces la inflamación y la oxidación de las células
  • Te sentirás energizado. Ayuda a normalizar el ritmo circadiano y mejora el sueño, lo que se traduce en un aumento de energía y vitalidad

Además, el Earthing previene dolencias crónicas comunes y acorta el tiempo de recuperación de lesiones.

Así que ¿qué estás esperando para entrar en contacto con la naturaleza?

Te puede interesar: ¡Abraza un árbol!

 

Fuente: Nutre tu templo

Gabriela Nava

Related post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *